miércoles, 23 de septiembre de 2009

HIPARQUIA."¿Crees que he hecho mal en consagrar al estudio el tiempo que, por mi sexo, debería haber perdido como tejedora?”.



Hiparquia nació en el seno de una familia noble en Maronea en el año 346 a. C.

Aunque es conocida sobre todo por haber sido la mujer de Crates, filósofo de la escuela cínica, con quien decidió compartir su vida con siguiendo los postulados de la filosofía en la que ambos coincidían, destacó en su época por ser una de las primeras mujeres filósofas, en un momento en el que el machismo era la norma.

A pesar de la oposición de su familia, ya que por aquel entonces tenia unos 15 años se unió a Crates, amenazando con suicidarse si no se casaba con su amado.

La mayor parte de la información que se tiene sobre Hiparquia viene de escritos de autores bastante posteriores a ella, especialmente de Diógenes Laertes; el cual indica que Hiparquia escribió diversas cartas y tratados filosóficos ahora perdidos. Sin embargo Diógenes sí transmitió gran cantidad de historias y anécdotas sobre la filósofa.

La decisión de convertirse en Cínica era tremendamente sorprendente para una mujer. Los Cínicos no tenían ninguna consideración por las instituciones convencionales, y tenían un modo de vida extremadamente duro. Trataban de vivir "de acuerdo a la naturaleza", rechazando cualquier artificio social, y desde luego todo lujo o bienes no absolutamente necesarios para la supervivencia. No tenían posesiones, llevando lo que necesitaban exclusivamente en un bolso, además de su manta o capa. Incluso el propio matrimonio de Crates e Hiparquia fue inusual, ya que, según las teorías cínicas el matrimonio no era una institución respetada. Crates e Hiparquia ejercieron el característico rasgo cínico de desprecio a lo convencional, despreciando en este caso el convencional desprecio de los propios cínicos.

De todas formas, este matrimonio no iba a ser de ninguna manera convencional, y Crates e Hiparquia consumaron su matrimonio haciendo el amor en un portal público. Sea o no cierta la historia, lo seguro es que ambos destacaron por llevar vidas en todos sus aspectos de acuerdo al principio cínico de anaideia (falta del sentido del ridículo).

Parece también que Hiparquia y Crates tuvieron al menos un hijo, Pasicles, educado y criado desde su nacimiento según los valores del Cinismo. Según Eratóstenes y Diógenes Laertes, Hiparquia no abandonó su vida de ejercicio durante todo su embarazo, y cuando nació Pasicles, le lavaba en la concha de una tortuga con agua fría; y en ningún caso cambió su austera dieta.
Hiparquia alcanzó fama sobre todo por sus intercambios dialécticos con Teodoro el Ateísta, un filósofo de Cirene, el cual había cuestionado la legitimidad de la presencia de una mujer en un Symposium. Hiparquia acudía regularmente a todas las reuniones de filósofos en las que participaba Crates. Según Diógenes Laertes, Teodoro recitó un verso de Las Bacantes de Eurípides preguntando si era ella la que había abandonado el telar, el tejido y la aguja. Hiparquia respondió que en efecto era ella, pero preguntó entonces a Teodoro si ella había hecho mal al pasar su vida dedicándose a su propia educación en lugar de tejiendo para su marido. En la Grecia Antigua, una mujer de la posición de Hiparquia se hubiera ocupado de las labores de tejeduría y de organizar a los sirvientes de la casa; así el rechazo de Hiparquia por lo que se esperaba convencionalmente de una mujer era absolutamente radical.

1 comentario:

Anónimo dijo...

bbbbbbiiiiiaaaa k bno m sirvio mukho..........